miércoles, 14 de marzo de 2018

Cuatro cosas por las que Emily Wants to Play Too da más miedo que el juego original de PS4

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Soy Shawn Hitchcock, el creador de Emily Wants to Play. Llevo trabajando año y medio en una secuela que incluya y supere todo lo que os gustó del juego original en cuanto a calidad, contenido y terror.

Eres un joven normal y corriente, que sale a quemar la noche todos los días y que trabaja como repartidor en una tienda de sándwiches para ganarse un dinerillo extra. Últimamente, todo te ha ido genial… aunque hay algo que te tiene intranquilo: tienes pesadillas con unas muñecas que cobran vida. Esta noche, en mitad de uno de tus repartos, la pesadilla se hará realidad.

1. El juego estaba ya planeado antes de que empezara el desarrollo del mismo

Emily Wants to Play Too

Llevo trabajando en Emily Wants to Play Too desde incluso antes de que el juego saliera a la venta. Estuve anotando cosas, haciendo dibujos en papel, en el ordenador y en el móvil durante meses. Escribía y reescribía cada idea una y otra vez. Tenía planeado el juego entero antes de empezar a unir las piezas y darle forma en el ordenador. Algunos cambios en los personajes antiguos, nuevas ideas para el juego, nuevos diseños de personajes, trasfondo, comportamiento de los monstruos, sonido… y mucho más.

2. Las transmisiones por “streaming” del juego original han ayudado a dar forma a los sustos que he metido en la secuela

Emily Wants to Play Too

Muchas de las cosas que salían en el primer juego se me ocurrieron profundizando en mis miedos y en mi vida personal. ¡No me hacen gracia las muñecas!… ¡pero estar atrapado en la oscuridad con ellas me haría menos gracia aún! Me he sumergido una vez más en mis propios miedos para diseñar Emily Wants to Play Too —por eso hay un maniquí en el juego—, pero también me he valido de los miedos que he podido ver reflejados en los jugadores.

En cuanto salió el original en la PlayStation Store, la gente empezó a hacer una barbaridad de transmisiones por “streaming”. A la gente le encantaba ver las reacciones de otras personas mientras jugaban, incluso había alguno que otro que no jugaba porque le daba miedo.

Esto hizo que el juego fuera muy popular en los servicios de “streaming”. Ver cómo reaccionaban tanto jugadores como espectadores en cualquier momento era una pasada. Así pude enterarme de qué es lo que asustaba más a la gente. Combinando esa información con mis propios miedos, he creado más situaciones terroríficas para Emily Wants to Play Too.

3. Un mundo espeluznante lleno de muñecas y juegos

Junté todo lo que había apuntado y empecé a hacerlo realidad. Lo primero que creé fue el apartamento del repartidor de sándwiches.

Su escalofriante apartado artístico, junto a su extraño diseño, su peculiar iluminación, sus sutiles sonidos y el hecho de que la habitación esté hecha un desastre, te mantendrán con el alma en vilo. Estás atrapado en una pesadilla junto a las muñecas y tendrás que descubrir cómo despertar de ella.

Emily Wants to Play Too

Más tarde, creé el escenario principal: Central Evidence. Alguien ha pedido un sándwich y tienes que llevárselo allí. La oficina es muchísimo más grande de lo que lo era la casa en Emily Wants to Play. Está diseñada a propósito para ponerte los pelos de punta: las muñecas tienen total libertad para moverse y está hasta arriba de luces inquietantes. Hay cuatro escenarios que puedes desbloquear en la oficina.

Poco a poco, irás conociendo a los nuevos personajes que las muñecas han devuelto a la vida. Si sobrevives, acabarás encontrándote con Emily. ¡Está muerta de envidia y también quiere jugar! Emily te propondrá inquietantes minijuegos, entre los que se encuentran: jugar al pillapilla, seguir las luces o huir de Chester. En estos minijuegos, tendrás que correr por todo el edificio, ya sea huyendo de las muñecas o persiguiéndolas.

Emily Wants to Play Too

4. Cómo se juntan el diseño, el audio y la iluminación del escenario para crear el factor miedo

Tanto el diseño de escenarios, como los sutiles sonidos y la curiosa iluminación, están hechos a propósito para asustarte. Hay cuatro muñecas que deambulan por ahí… buscándote. Una de ellas repite continuamente “mamá”.

Un maniquí con voz chillona y chirriante que merodea por la oscuridad intentando darte caza. Puede que tropieces con una caja sorpresa en la que suena una versión horripilante de una canción infantil.

No dejes que suene demasiado tiempo o saldrá de ella un muñeco de un payaso de más de dos metros de alto con una sonrisa malvada que empezará a perseguirte.

Y también está Emily: la misteriosa y siniestra chica que parece un zombi. Te atacará nada más verte, no te cruces en su camino. Aparece más tarde durante el juego, ¡y está supercelosa porque no juegas con ella!

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Emily está cada vez más cerca…

¡Ten miedo! Mucho miedo… pero, ¡también muchas ganas! Emily y sus muñecas volverán en Emily Wants to Play Too a PlayStation 4 el próximo abril. Más grande, más escalofriante y mejor que el primer juego. Es aterrador y muy entretenido. Si te da demasiado miedo probarlo, ¡pídele a alguien que juegue por ti mientras tú te tapas los ojos! Descarga Emily Wants to Play Too para tu PlayStation 4 el 24 de abril de 2018.

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