Finch se estrena este viernes en Apple TV+, así que me he sentado con el director Miguel Sapochnik para saber más sobre lo que hace que funcione esta historia de ciencia ficción de Tom Hanks.
¿Qué tiene el fin de la civilización que la gente encuentra tan fascinante?
Yo diría que una de las mejores cosas para escribir es el principio o el final de algo. La parte central siempre es un lio. Y me parece que una película sobre el comienzo de la humanidad… ya se ha hecho, ¿no?
Así que ahora estamos absolutamente obsesionados con nuestra propia desaparición. Es un momento interesante para todos nosotros, y creo que eso se refleja en Finch [el personaje]. Finch comienza a pensar en todo lo que ha hecho y se pregunta… ¿Qué ha conseguido en realidad? ¿Mereció la pena? Es un punto de reflexión.
Sin duda, creo que las películas en este momento son nuestro espacio de reflexión, en el que tenemos que mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos por las decisiones que hemos tomado y averiguar si estamos preparados para afrontar los cambios que deben producirse para seguir sobreviviendo.
¿Crees que Finch es una historia optimista y esperanzadora a pesar de estar centrada en el fin de la humanidad?
La verdad es que sí. Pero, al mismo tiempo, temía que mi orientación personal se excediera con el lado oscuro de la naturaleza y tengo la sensación de que ese elemento está presente.
Se la enseñé a un par de amigos cuando la terminé [la película]. Cuando acabas de rodar una película, pierdes toda la perspectiva de lo que realmente has hecho. Y, cuando lo hice, supuse que sonreirían con amabilidad y responderían “interesante” o algo así. Pero se rieron. Mucho. Durante toda la película. Y luego lloraron, al final…, y me dijeron que era preciosa. Creo que nunca antes había experimentado algo así.
A Finch solo le quedan un perro y un robot. Me gustaría empezar con el perro. ¿Qué crees que representa? ¿Qué relación tiene con una historia sobre el fin del mundo?
Uno de los giros que siempre me ha gustado del guion es que conoces a este tío, [y] está construyendo un robot para cuidar de su perro. Le tiene mucho aprecio al animal. Es lo que más le importa. No le gustan las personas. Es evidente que ha tenido malas experiencias con los humanos… Y entonces, poco a poco, a medida que va avanzando la historia, te das cuenta de que el perro es el superviviente de un suceso traumático que vivió cuando era más joven, justo en medio del apocalipsis. Significa algo muy importante para él. De hecho, el perro es un recordatorio de su fracaso como ser humano, de su cobardía.
Hay algo realmente atractivo en la idea de que tiene un vínculo superfuerte con el perro porque quiere que le recuerde cada día lo cobarde que es. La decisión de asegurarse de que el perro sobrevive, más allá de la vida de Finch, es un acto de desesperación… No puede dejar que muera, tiene que conseguir que sobreviva porque, de alguna manera, eso le da esperanza. Y lo más curioso es que al propio perro no le importa lo más mínimo. Simplemente está feliz de estar a su lado. Jugar a la pelota con él es su mejor momento. Me pareció que había algo maravillosamente simple y elocuente en eso.
Hablemos sobre Jeff, el robot. Una vez leí un libro en el que se planteaba que tal vez el objetivo natural de la vida orgánica fuera transformarse en vida artificial. ¿Representa Jeff una forma de que continúe el legado de la humanidad?
Jeff es un humano 2.0. Buscábamos una forma de explorar la humanidad más allá de las profundidades de su potencial depravación.
Jeff es, en potencia, lo mejor y lo peor de nosotros. Y lo que tiene, lo que Finch ha perdido, es optimismo y esperanza. También es ingenuo, lo que resulta terriblemente peligroso en las manos equivocadas. Además, es testarudo, no sabe escuchar y tiene una actitud que, en ocasiones, resulta frustrante para todos los implicados. Pero creo que esa idea de esperanza y optimismo en medio de un apocalipsis es algo único. Algo que hay que alimentar, no sofocar.
Has dirigido algunos de los episodios más importantes de Juego de Tronos, con escenas de batalla a gran escala. ¿Finch ha supuesto una experiencia diferente o complementaria de tus anteriores trabajos?
Creo que la palabra clave es “complementaria”. Al mismo tiempo, la forma en que trato de abordar esas grandes escenas bélicas es buscar los momentos íntimos… La acción se vuelve muy aburrida muy rápidamente si no tiene una motivación relacionada con personajes o carece de una verdadera razón de ser.
Si juegas a Call of Duty, el verdadero poder de esos juegos es la capacidad de hacerte sentir miedo o triunfo, toda la gama de emociones que se producen cuando estás en medio de esta experiencia épica, íntima o claustrofóbica. El uso de ese punto de vista personal de un personaje de una película confiere mayor altura a cualquier acción o contexto en el que lo pongas.
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