Hola a todos. Tras nuestro artículo sobre el sistema de combate, ahora os vamos a dar un avance sobre cómo funcionan las mecánicas de envejecimiento y muerte. Nos han hecho muchas preguntas sobre nuestro sistema de progresión, ¡y he intentado responderlas!
Con “kung-fu” o “gōngfu” se hace referencia a cualquier disciplina o habilidad conseguida mediante esfuerzo, práctica y paciencia. Como arte marcial, el kung-fu consiste en superarse a uno mismo de manera constante, en practicar sin parar para llegar a alcanzar una maestría que nunca se disipará ni se quedará obsoleta. En ese sentido, en una sola vida no se puede saber, ni tener, kung-fu.
En Sifu, nuestro héroe solo tiene 20 años, aunque se ha pasado la vida entrenando. Tiene una gran sed de venganza y tendrá que enfrentarse a un peligroso grupo de asesinos que se han convertido en figuras destacadas de la ciudad y se agolpan en fuertes bien defendidos. Nuestro joven estudiante no podrá permitirse el lujo de mejorar su kung-fu a lo largo de toda una vida, ya que parte en busca de venganza al anochecer y tendrá que encontrar y derrotar a todos sus enemigos en una sola noche.
Como ya hemos mostrado, nuestro héroe posee una poderosa herramienta que le servirá de mucha ayuda: un antiguo colgante que le puede devolver la vida. Pero nada es gratis. El colgante absorberá su energía vital, y cada vez que vuelva a la vida, lo hará envejecer.
Es decir, que empezaréis el juego con un recurso limitado que debéis gestionar con cuidado si queréis llegar al final de vuestra misión. La edad no os hará más débiles, pero sí que afectará un poco a vuestras habilidades: a medida que envejezcáis, tendréis menos salud máxima a cambio de más poder ofensivo. El modelo del personaje también dejará patente vuestra edad y os permitirá contemplar las consecuencias de vuestras acciones. Pero envejecer no hará que vuestras habilidades sean más débiles, por lo que podréis completar el juego sin importar la edad.
La posibilidad de volver a la vida otorga a los jugadores la oportunidad de volver de lleno a la acción una y otra vez. Antes de volver al combate, la pantalla de muerte es un buen lugar para que los jugadores se tomen un respiro y reflexionen sobre los errores que hayan cometido. En ella podrán desbloquear habilidades nuevas y más opciones para afrontar las situaciones que han desembocado en su fallecimiento. Las habilidades también se pueden desbloquear en el Wuguan del héroe, al que se puede acceder entre misiones, y en los altares que hay repartidos por los niveles.
Con los altares, podréis mejorar a vuestro personaje entre cada intento, ya que ahí podréis elegir qué ventajas activar, cada una con costes o requisitos distintos. Además de las habilidades, también os permitirá personalizar a vuestro personaje según lo que necesitéis en ese momento: más salud, concentración extra, aumento de estructura máxima, durabilidad de armas, etc.
Esas mejoras no se pierden al morir y, además de alzaros de nuevo en cuanto caigáis, puede que al principio os sintáis invencibles. Pero esa sensación no durará, y cuanto más muráis, más rápido envejeceréis. Es como un contador de muertes: la primera vez que muráis, envejeceréis un año. La segunda vez, dos; la tercera, tres, y así sucesivamente. La única forma de reducir o reiniciar ese contador es usar uno de los altares disponibles o derrotar a algunos enemigos, como los jefes de los capítulos.
Al finalizar un capítulo, se reiniciará el contador de muertes, pero vuestra edad no se verá afectada. No hay forma de rejuvenecer, solo iréis sumando años a medida que caigáis y os alcéis de nuevo. Podéis engañar a la muerte durante un rato, pero, al final, el paso del tiempo es inexorable. Pasada cierta edad, no os quedará la suficiente vitalidad como para cargar con el colgante y ya no podréis volver a poneros en pie. La muerte definitiva acarreará el final real de la partida.
Aunque en ese momento perderéis las habilidades desbloqueadas y las mejoras, algunos elementos se conservarán. Cada vez que completéis un capítulo del juego, se creará un punto de guardado con la edad que teníais al finalizarlo. Podréis avanzar al siguiente capítulo o jugarlo de nuevo para intentar mejorar vuestro rendimiento. Además de los puntos de guardado, podréis desbloquear habilidades permanentemente si gastáis más puntos de experiencia, por lo que las tendréis disponibles nada más empezar un nuevo intento.
Por último, el tablero de detective, que muestra el progreso de la investigación del personaje principal, conservará toda la información recabada, aunque muráis definitivamente. Además de llevar la cuenta de las pistas y los elementos argumentales recabados sobre los cinco enemigos, el tablero de detective también os mostrará atajos, salas ocultas o puertas desbloqueadas en partidas anteriores para que podáis volver al ruedo más rápidamente.
Esas funciones os ayudarán a cobraros vuestra venganza, pero no os eximen de entrenar y practicar.
¿Os atrevéis con el kung-fu? Descubridlo el 8 de febrero de 2022.
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