Las guerras nucleares y el azote definitivo del cambio climático hicieron la tierra inhabitable. Tras El Colapso, solo sobrevivió el 1% de la población mundial, que tuvo que refugiarse bajo tierra. Del caos absoluto surgió Antro, una metrópoli subterránea de unos 90.000 habitantes. Nittch, un chaval despreocupado, nihilista y atrevido, te llevará por los sitios más recónditos de este mundo de mala muerte.
Para sobrevivir en Antro deberás conocer bien su organización. Las clases sociales y las actividades económicas están definidas por Distritos, que funcionan como estratos geológicos. Cuanto más abajo estés, más miserable es tu vida. Sin embargo, nadie ha logrado subir de Distrito y volver con vida para contarlo. Hay que ser descerebrado para intentarlo, ¿pero no te pica la curiosidad por saber qué hay ahí arriba?
Nittch vive en el Distrito 1, el más profundo, que se estructura alrededor de La Central, la fábrica de oxígeno de Antro. Allí se producen los suministros básicos para asegurar la supervivencia humana bajo suelo. La gran mayoría de los ciudadanos trabajan en la fábrica, heredando el oficio que un día hicieron sus padres. Día tras otro sin descanso, los ciudadanos hacen turnos de doce horas en la fábrica para mantener encendida la luz de Antro.
El gobierno de la metrópoli es La Cúpula. Y aquí no puedes manifestarte ni subir Insta Stories reclamando tus derechos. En Antro estás subyugado al trabajo, eres un esclavo de una oligarquía corrupta y opresora. Y falta que digas algo como para que te manden unos drones y te envíen a las catacumbas del subsuelo, donde seguramente te laven el cerebro y salgas tan atontado que no te reconozcas en el espejo.
Digamos que Antro no es precisamente un lugar divertido. Las interacciones con el resto de los ciudadanos son escasas y se limitan a las cuatro palabras que puedas cruzar con el pringado de turno en los comederos y aseos públicos. El ocio, la música y el entretenimiento están prohibidos y extremadamente controlados por La Cúpula, aunque los más listos siempre encuentran la forma de divertirse. Si tienes buenos ‘camellos musicales’ conseguirás música de estrangis y si sabes moverte, quizás puedas tomarte unas copas en un bar clandestino.
Precisamente ahí, en el Bar Manolo, muy frecuentado por Nittch, es donde recibirás un misterioso encargo: entregar un paquete que no puedes abrir a un destinatario sin nombre. Por el camino descubrirás que de ese paquete depende la supervivencia de Antro y deberás enfrentarte al todopoderoso y sin rostro Salvador, el líder de La Cúpula. Aunque el camino será largo y farragoso, contarás con la ayuda de muchos como tú que también quieren acabar con la opresión. En Antro está naciendo una revolución, ¿te apuntas?
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