Medievil, el título del torpón y esquelético guerrero que tanto nos enamoró en los tiempos de la primera consola PlayStation, vuelve de entre los clásicos directo a PS4. Aunque el título llegará el próximo 25 de octubre, ya hemos podido disfrutar de los primeros niveles de la aventura del gran Sir Daniel Fortesque.
Para los que no lo hayáis jugado o no lo recordéis, nuestra historia comienza en el reino de Gallowmere, reino que Zarok, un brujo con sed de venganza, intenta conquistar con su ejército de demonios. Afortunadamente, allí estaba el héroe de Gallowmere liderando las huestes que derrotarían a los ejércitos de Zarok. Canciones y poemas relatan cómo doblegó al enemigo descuartizó soldados no-muertos y cómo… bueno, en realidad nuestro gran héroe Sir Daniel Fortesque cayó humillantemente con la primera flecha. Pero las historias son como se escriben, no como suceden.
Ahora Zarok ha vuelto y está dispuesto a completar la tarea que no pudo acabar. Con un diabólico hechizo ha conseguido poseer a los ciudadanos de Gallowmere y resucitar cadáveres para conquistar el reino, pero entre los muertos resucitados se encuentra nuestro héroe: ¡carne de flecha!… ¡perdón! ¡el gran Sir Daniel Fortesque! Ahora algo más esquelético y con algún ojo y mandíbula menos.
Tras esta introducción que nos lleva directos a nuestros recuerdos de los 90, comienza la aventura en la Cripta de Daniel, donde cogeremos nuestros primeros objetos y con ayuda de las jocosas gárgolas y los libros nos iremos familiarizando con las mecánicas del juego.
Una vez armados, es hora de salir al cementerio y enfrentarnos a los primeros zombis del juego. Además de las fluidas animaciones y del cambio gráfico que incorpora un gran aporte visual y potencia las bases cómicas del juego al apreciar los movimientos torpones de los zombies y de Sir Daniel, podemos destacar algunas diferencias respecto al juego original. Los movimientos están más modernizados y son más naturales: el movimiento de Sir Daniel es más fluido, mejores movimientos de cámara y una mayor rapidez al cambiar de arma. La interfaz también es más amigable; ahora el indicador del escudo es más visual, lo cual es imprescindible. No tengáis miedo de usar el escudo porque ahora los zombis se mueven más rápido y los combates cuerpo a cuerpo pasan factura. Otra novedad es la especie de fuego fatuo que nos acompaña y nos ayuda a fijar enemigos u objetos con los que interactuar.
En la demo pudimos ver, desde la colina del cementerio (la cual todos los que jugaran al clásico recordarán por sus bolas de fuego rodantes) hasta el malvado demonio de la vidriera, un jefe final que ahora luce más gracias a su nuevo aspecto y los efectos luminosos. Todos ellos, a pesar de las innumerables mejoras, respetan ese aspecto cartoon tan caracerístico de MediEvil.
Volveremos a rememorar las mecánicas de conseguir objetos y rebanarnos los sesos para descubrir cómo llegar a ellos y combinarlos para completar el juego. ¿Recordáis el mítico fantasma del órgano? Seguro que una partitura le gusta y nos da alguna recompensa…
¡Y cómo olvidarnos de las armas! En las primeras partes del juego la ballesta será importante, gracias sobre todo a la nueva cámara que hace más fácil su utilización, y también lo serán muchas otras que incluso podremos combinar con fuego para hacerlas más letales (la porra, por ejemplo). Y si no tenemos armas, Sir Daniel tiene recursos: ¡se quita el brazo y a liarse a mamporrazos!
Ahora el juego está más vivo que nunca (por muy irónico que suene): las animaciones (incluso la calavera del indicador de vida tiene su propio movimiento), efectos y sobre todo la iluminación, en la que predominan los colores verdes y violáceos, nos ayudará a sumergirnos en esa atmósfera de cementerio tan típica de las historias de fantasmas anglosajonas.
El juego es una absoluta maravilla que nos lleva de nuevo a los orígenes de PlayStation y nos demuestra que, con un simple cambio visual, puede ser una auténtica delicia jugar a estos juegos a día de hoy (como ya vimos con Spyro o Crash Bandicoot).
Esperamos que el próximo 25 de octubre podáis disfrutar de este tétrico a la vez que cómico título y que estéis dispuestos a conseguir todos los cálices llenos de almas e ingresar en la Galería de Héroes.
A nadie nunca una re-resurrección le sentó tan bien como a Sir Daniel Fortesque.
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