La primera entrega de Nioh vio la luz a principios de 2017. Se trataba de un juego de rol y samuráis con una ambientación oscura y repleto de acción, bandidos y yokais (monstruos, espíritus y demonios de la cultura japonesa). El juego, que tenía lugar en las desoladas tierras de la era Sengoku, fue todo un éxito y alcanzó los 2,5 millones de copias vendidas.
En el TGS de 2019, hemos tenido la suerte de jugar la versión de prueba de su anticipada secuela, Nioh 2, y ha merecido la pena.
Aunque solo pudimos jugar 15 minutos a la misión «La Aldea de los Cerezos Malditos», fue suficiente para echar un primer vistazo a las características del juego, al sistema de combate mejorado y a la opción para personalizar al personaje.
Aquí tenéis un breve resumen de lo que incluirá Nioh 2:
Personaliza a tu personaje
Lo primero que debemos destacar es que, en Nioh 2, podremos crear y personalizar a nuestro personaje.
En el primer Nioh, los jugadores debían meterse en la piel de William, un samurái irlandés que tenía que hacer frente al alquimista Edward Kelley. Aunque la versión de prueba de esta nueva entrega solo tenía un número limitado de opciones, en el juego completo podremos elegir o seleccionar al azar el sexo, rostro, peinado, maquillaje, complexión y voz de nuestro samurái. También es posible elegir el tipo de poder yokai que queremos, pero hablaremos de eso más tarde.
Poder crear a nuestro personaje es una opción estupenda que nos ayudará a meternos de lleno en la historia. Seguro que muchos se tomarán su tiempo para configurarlo, y será interesante ver que con qué resultado nos sorprenden.
Disfruta de nuevas habilidades
En este juego, nuestro samurái no solo usará un arsenal de armas letales, sino que también podrá liberar poderes yokai y desatar todo su poder sobrenatural en los enemigos. Pudimos ver esta nueva forma de luchar en el tráiler de la versión alfa cerrada que salió los pasados meses de mayo y junio (aparece a continuación).
Tráiler de la versión alfa cerrada de Nioh 2:
Este vídeo incluye escenas de violencia gráfica no aptas para todos los públicos.
El tráiler muestra cómo nuestro personaje puede usar estos nuevos poderes yokai en cruentos combates contra diversos yokais. Hablaremos más sobre esto dentro de un rato, ¡así que no pierdas detalle!
Combates con una mecánica conocida, pero desafiante
Mientras me adentraba por primera vez en La Aldea de los Cerezos Malditos, probé la combinación de ataque rápido con el botón □ y ataque fuerte con △. Estuve revisando los distintos movimientos y sus efectos en función de cuál de las tres posturas usaba: la postura alta ofensiva, la baja defensiva o la media equilibrada.
El sistema de ki funciona igual que en el juego anterior. El ki es la resistencia necesaria para cada movimiento. Sin él, el personaje no podría hacer nada. Los enemigos también tienen un indicador de ki visible, por lo que es necesario planear bien cuándo atacar y cuándo protegerse. Este es uno de los aspectos más atractivos y difíciles de dominar de este juego de lucha samurái.
Además, al pulsar R1 en el momento preciso tras atacar, es posible activar un «pulso de ki» que restaure parte del ki perdido (los jugadores ya veteranos seguramente dominen esta técnica). Este movimiento también se puede usar para dispersar portales del «Reino de los Yokai», la zona que rodea a un yokai, le otorga mejoras y puede reducir nuestra tasa de regeneración de ki. Los pulsos de ki son de lo más útiles en Nioh 2, así que conviene sacarles partido.
Ahora bien, en este juego repleto de yokais conviene no bajar jamás la guardia. Cuando creía que tenía las cosas bajo control y podría apañármelas con todo lo que había jugado al primer Nioh, justo me mató un gaki. Para quienes no lo sepan, los gakis son unos yokais muy pequeños, feos y parecidos a espectros. Mi primer descuido fue asumir que eran inofensivos y podía acercarme hacia ellos y cargármelos a espadazos sin más. Al tratar de hacer eso, el gaki se me abalanzó, se convirtió en una criatura enorme y acabé, en palabras textuales del juego, «liberado de esta espiral mortal».
Al morir, la amrita (o la experiencia que consigas) y nuestro espíritu guardián se quedarán en el lugar donde hayamos perdido la vida. Si volvemos a morir, perderemos esta amrita para siempre. Este aspecto del juego me parece de lo más entretenido, ya que complica bastantes las cosas.
Como ya he dicho, para sobrevivir en Nioh 2, conviene no bajar jamás la guardia. Tras aprender la lección en mi anterior combate con el gaki, recuperé la amrita y volví corriendo a un santuario. Una vez en él, podemos usar la amrita para subir las estadísticas del personaje.
Aunque apenas tuve tiempo para jugar, me quedó claro que los combates en Nioh 2 son de lo más emocionantes y que es fácil morir en cualquier momento. Sin embargo, a medida que subimos de nivel, conseguimos nuevas habilidades y acumulamos armas y objetos especiales con propiedades únicas, y el juego nos muestra que derrotar a yokais prácticamente invencibles es posible. A todo esto, también me di cuenta de que hay una opción «Invocar visitante» en el menú del santuario. Aunque no estaba disponible en la versión de prueba a la que jugué, en el juego completo habrá una función multijugador que nos permitirá luchar contra yokais junto a amigos en línea.
Haz frente a los yokais con poderes yokai
Mientras seguía jugando, tuve que enfrentarme a un yokai con lanza llamado enki. Un enki es un ogro gigantesco con aspecto de simio que vuela de un lado a otro asestando golpes con su lanza.
No me serviría de nada lanzarme a lo loco hacia él, así que pensé que podría esquivar los golpes hacia los lados al mismo tiempo que usaba ataques rápidos y fuertes. Esto no funcionó, así que me pasé la mayor parte del tiempo protegiéndome.
Fue entonces cuando tuve oportunidad de probar un «superataque». Estos ataques cambian según el tipo de espíritu guardián que elijamos al crear al personaje (yo elegí el bruto). Justo antes de que el enki usara un potente ataque (indicado por una partícula de luz que aparece junto a él), podemos pulsar los botones R2 y ○ para transformar a nuestro personaje en un yokai.
Como elegí el bruto, me convertí en una especie de ogro rojo y pude bloquear el potente ataque del enemigo y derribarlo.
Esto me permitió asestar varios golpes consecutivos al enki y, de paso, llenar mi indicador de espíritu. Con el indicador lleno, podemos pulsar △ y ○ para usar un movimiento de «forma yokai» que nos otorgará un enorme martillo. Este nuevo movimiento recuerda en parte a cuando activábamos un arma viva en Nioh 1 para liberar el poder de los espíritus guardianes. En este caso, también contaremos con un límite de tiempo.
Tras vencer al enki, se desbloqueó un nuevo camino y conseguí un objeto llamado núcleo de alma. Al vincular uno de estos núcleos al espíritu guardián, podremos usar habilidades yokai aún más fuertes. Sin embargo, antes de poder hacerlo, tendremos que purificar el núcleo en un santuario, ya que este rebosa energía del Reino de los Yokai. Como con la amrita, si perdemos la vida con un núcleo de alma en tu haber, este permanecerá en el lugar donde hayamos muerto. La muerte acecha en cada esquina en Nioh 2, así que lo mejor es ir directamente a un santuario nada más conseguir un núcleo de alma.
Seguidamente, me aventuré por el camino que se había desbloqueado y pude ver el vídeo de introducción del jefe de La Aldea de los Cerezos Malditos. Era un yokai con aspecto de caballo gigante y armado con una sierra alargada cuyos ataques no resultaban fáciles de esquivar. En apenas unos segundos, me mató sin que tuviera oportunidad de descifrar los patrones de sus ataques. Empecé a frustrarme y desesperarme por no saber cómo hacerle frente. Supe entonces que Nioh había vuelto para vengarse y que esta nueva entrega sería tan difícil (o incluso más) que la anterior.
¡Pero no podía rendirme sin más! La segunda vez, comprendí un poco más cómo atacaba el enemigo y logré contraatacar… hasta que de nuevo su sierra me alcanzó y me partió en dos. Era la segunda vez que moría y se me había acabado el tiempo. Quince minutos eran muy pocos para descubrir los puntos débiles del jefe y acabar con él.
Reflexión final
La sensación que se tiene al descubrir el modo de derrotar a un enemigo fuerte en Nioh 2, como el enki, es de lo más reconfortante. Tras subir de nivel y mejorar el equipo, deberíamos estar cada vez más cerca de poder vencer a jefes que, en un principio, parecía invencibles.
Cada aspecto de Nioh 2 aprovecha al máximo los poderes yokai y el modo de combinarlos con diversos espíritus guardianes, armas y ataques. El resultado es un juego cargado de acción que bebe de la esencia estratégica del primer título.
Tanto la frustración que genera luchar contra un yokai imposible de vencer como la satisfacción que se siente al vencerlo nos demuestran que Nioh 2 es realmente una digna secuela de su predecesor.
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